La actividad de hoy es parte de un fín de semana de lujo por tierras gaditanas. Bolonia ofrece mucho y los que tenemos el privilegio de conocerla lo sentimos y disfrutamos intensamente, más aún después de tantos meses de pandemia COVID-19. Ahí va eso…
A las 10:00 de la mañana, después de un rico desayuno en el Hostal Ríos, nos desplazamos hasta el punto de inicio de la actividad en la zona del Lentiscal. Lentiscal por la gran cantidad de lentiscos que se pueden ver por toda la zona.
Toma de temperaturas, breve charla de bienvenida con datos sobre la ruta, recomendaciones, fotito de grupo y a disfrutar del entorno.
Nuestros primeros pasos son por el Sendero Europeo Arco Atlántico, no en sus 5.000 kmts_Cabo de San Vicente/Estonia pero sí en un pequeño tramo. Vereda_colada de la Reginosa en pleno Parque Natural del Estrecho. Esta costa de Cádiz es terroríficamente excepcional. Día de primavera un poco caluroso pero es que el manto de plantas, flores a miles y vistas a este mar de pinos y océano Atlántico es sencillamente un lujo. ¡Qué privilegiados somos!
Hoy tenemos el gran placer de compartir ruta y experiencia con los hermanos Olalla (Pedro y Geli) con sus medias naranjas Luli y Carlos. Qué placer y cuánto agradecimiento nos invade al poder vivir estos momentos con ellos. Gracias 1000.
Búnker y vistas del océano.
El Chaparral y camino a Palomas Alta y Baja. Restos presumiblemente romanos en pleno camino. ¿Torre, arco u otro tipo de asentamiento?
Parada técnica en El Mirlo, cervecita, rato de charla entre amigos y seguir compartiendo este gran momento.
Llegamos a la playa, baños de sol y agua en nuestro océano. Baños de Claudia y hacia la playa de Bolonia.
Oid esta canción de Silvio Rodríguez que me acaba de pasar super Ion Madariaga…Pincha AQUÍ.
Todas las fotos AQUÍ.
Sigan disfrutando de la naturaleza y la vida.
Dejo aquí constancia de otra perla de nuestro amigo Pedro, como resumen de la jornada y del finde…
«Ya estamos en nuestro paraíso en el mar después del fin de las fronteras cerradas. Putas fronteras. Desde el otro paraíso en la tierra, Casarabonela, Bolonia es la hermana amada. Descender hacia ella es siempre una experiencia vertiginosa. No nos mueve otro aliciente que el caminar y observar la naturaleza de un paisaje para soñar. Mientras, pedimos que la pesadilla termine cenando entre amigos. La felicidad…»
Hasta la próxima…
